Para algunos intercambiadores de calor, hay ciertos productos, como la miel, mermelada o helados, que por sus características, son difíciles de procesar, ya sea por su alta viscosidad o por tener partículas en suspensión.

En los intercambiadores de placas y tubulares sin superficie rascada, esta clase de productos tienen tendencia a adherirse a estos, lo cual provoca una caída en picado de su eficiencia.

El intercambiador de calor de superficie rascada Hércules de MBS evita estos inconvenientes gracias a que su principio diferencial es la renovación continua del producto en contacto con las paredes. Además, tiene un diseño modular, con una alta capacidad de limpieza y fácil de mantener.

El producto a tratar entra en el intercambiador de calor de superficie rascada mediante un cabezal, cuya geometría está concebida para facilitar la entrada y disminuir el estrés.

Una vez entrado en el cilindro, el producto es continuamente sacado de las paredes de intercambio mediante las palas rotatorias, que garantizan, además de una buena agitación y una óptima uniformidad de temperatura, la limpieza de las paredes de intercambio. Los medios de servicio atraviesan contemporáneamente, en contracorriente, la sección externa.