Las bombas lobulares se utilizan en aplicaciones sanitarias y farmacéuticas cuando el producto es viscoso y delicado, ya que en otro tipo de bombas puede perder sus propiedades. En Quilinox llevamos años de experiencia asesorando a nuestros clientes sobre cuándo utilizar las bombas lobulares y con qué productos.

Como aplicaciones típicas, encontramos en la industria alimentaria que se utilizan para salsas como el kétchup una vez está hecha la mezcla final lista para su envasado. Este producto es sensible al cizallamiento ya que sus componentes se pueden dispersar si lo sometemos a esfuerzos, descomponiendo así la mezcla homogénea que habíamos logrado en procesos anteriores. Otros ejemplos clásicos alimentarios serían chocolates, cremas, glucosa, yogur, bases para helados, pasteurizado, cremas vegetales, tomate.

Un paradigma en la industria farmacéutica serían las cremas y bálsamos por razones similares al ejemplo anterior. Otras aplicaciones farmacéuticas y cosméticas son inyectables estériles, vacunas, tintes, fragancias, anticuerpos…

Pero ¿en qué debemos fijarnos para diferenciar la calidad de construcción y la fiabilidad de la bomba lobular? Os contamos las principales claves y componentes en los que hay que fijarse.

Fluido a trasegar

Es importante identificar el fluido o fluidos a trasegar, ya que esto incide en las características de la bomba a seleccionar. Si el fluido es menos viscoso hay que considerar una pérdida de rendimiento por slick (resbalamiento), debido a que el producto “se escurre” entre los rotores ya que giran sin contacto entre ellos.

Otra característica del fluido que influye a la hora de elegir los componentes de la bomba sería su acidez. Si trasegamos vinagre, las juntas y cierres mecánicos tienen que ser adecuados para que no se deterioren rápidamente y causen fugas inesperadas.

Presión máxima de trabajo

Muy habitualmente el bombeo de productos viscosos somete a las instalaciones a altas presiones, que oscilan entre 10 y 20 bares. Hay que tener en cuenta que el empuje que ejerce la bomba sobre el producto hace que se tenga que sobredimensionar en el caso de que se alcancen dichos valores. Existen ejecuciones especiales para muy altas presiones.

Temperatura máxima de trabajo

Este factor, en cualquier equipo y aplicación, va íntimamente ligada a la presión. En función a la temperatura de trabajo, la resistencia a la presión variará. En el caso de las bombas lobulares, donde el cuerpo de bombeo se compone de partes metálicas, es importante compensar la dilatación, aumentando las tolerancias de montaje.

Conexiones

Las bombas lobulares OMAC disponen de todo tipo de conexiones sanitarias. Desde DIN 11851, DIN 32676, Clamp ASME-BPE, Triclamp, SMS, etc.

Limpieza

Todas las bombas lobulares OMAC están preparadas para soportar limpiezas tipo CIP. También para SIP, pero bajo demanda ya que hay que emplear una ejecución especial.

Certificados

Todas las bombas OMAC cuentan con los certificados sanitarios generales y específicos que demandan las industrias alimentarias y farmacéuticas, como pueden ser el 3A, EHEDG o Atex.

El estándar de rugosidad que se emplea en las bombas lobulares es 0’8 µm, pero bajo demanda, sobre todo para aplicaciones farmacéuticas, se puede realizar con electropulido bajando hasta 0,4 µm.

Parte del proceso donde actúa la bomba

Normalmente las bombas lobulares se utilizan en los procesos finales, cuando se requiere mantener las propiedades del producto antes de envasar. Pero también pueden utilizarse en procesos intermedios como dosificación de bases de producto u otro tipo de procesos sensibles como bases de helado.

Asesoramiento

En Quilinox llevamos 40 años asesorando y aprendiendo de los procesos de nuestros clientes con productos como mangueras, bombas, válvulas, enrollamangueras, PIGs, intercambiadores de calor…

Todo esto nos da una experiencia y un conocimiento que aplicamos en cada uno de los proyectos que nos presentáis.